PUERTA DE LA MACARENA
Es la entrada a la ciudad situada más al norte. Desde aquí partía el antiguo camino de herradura hacia Extremadura. También es la de mayor tamaño.
Está en la embocadura de la calle San Luis, junto a las calles Resolana y Parlamento Andaluz (antigua calle Andueza), frente al antiguo Hospital de las Cinco Llagas, y junto a la Basílica de la Esperanza Macarena (1941).
Esta entrada corresponde a la ampliación de la muralla realizada por el sultán Alí ibn Yusuf en el siglo XII.
En el libro "Historia de la imperial ciudad de Sevilla", de Luis Peraza, se dice que, aunque se desconoce su aspecto original, pudo existir una barbacana (especie de muro defensivo) que, atravesando su acceso almenado, daba a un espacio delimitado por dicha barbacana y la propia muralla, donde había dos arcos entre los que se alzaban dos torres, y entre ellas se abría una gran puerta, dentro de la cual había una pequeña plaza y otra puerta más, que es la que daba acceso a la ciudad.
En la década de 1560, Hernán Ruíz eliminó la barbacana y el acceso en recodo, y puso unas inscripciones y el escudo con las armas de la ciudad en su cara interna, y el de las armas reales en la externa. En 1588 la ensancharon, y en 1589 sustituyeron las hojas de madera de la puerta.
Entre 1723-1795, bajo la dirección del arquitecto municipal José Chamorro, se le dio el aspecto clásico que presenta actualmente, desapareciendo las antiguas inscripciones y los escudos. Sustituyeron los elementos islámicos por el estilo clasicista que aún conserva.
Pasaron por ella para entrar en Sevilla varios reyes, Alfonso XI en 1327, Isabel I de Castilla en 1477,Fernando II de Aragón en 1508, Carlos I en 1526 y Felipe IV en 1624.
Después de entrar en la ciudad, los reyes procedían a la jura de los fueros locales, e iniciaban el cortejo que, ceremoniosamente, recorría el antiguo Cardo Máximo (calle San Luís, antes calle Real) hasta el centro de la ciudad y luego hasta el
Alcázar sevillano.
Alcázar sevillano.
A pesar de las muchas restauraciones se conservan
algunos mármoles empotrados en sus pilares que recuerdan dichas efemérides. Una de las más antiguas es de 1630 y en ella se recuerda a los soldados de servicio en la puerta que no pueden ejercer sus funciones fuera de ella. También se ha encontrado un monolito con la firma del alarife que construyó la puerta islámica.
En cuanto al origen del nombre existen varias versiones: Una lo relaciona con una hija de Hércules (fundador de la ciudad) llamada Macaria. Otra dice que proviene del nombre del dueño de una villa cercana a la ciudad (junto al cementerio de San Fernando) llamado Macarius. También lo relacionan con una infanta mora que vivía cerca de la muralla, y otra versión dice que el nombre se debe a un moro llamado Macarena (según relata en 1587 el escritor Alonso Morgado en su obra "Historia de Sevilla"). Esta opción parece ser corroborada por la existencia de qaryat Magrana (la alquería de Macarena) pegada al itinerario llamado Mamarr -al- Sabila (la vía de los viajeros) que era la propia alquería y una torre fortificada en la actual Huerta de la Torrecilla. Esta finca también era llamada "Collado de la cabeça de Macarena", y se encontraba en el camino a La Rinconada, pueblo que en aquel tiempo estaba a una legua de la capital.
En el tímpano de esta puerta hay un azulejo que representa a la Virgen de la Esperanza Macarena en el que se lee: "Esperanza nuestra, Ella es morada de Dios y Puerta del Cielo", flanqueado por los escudos de España, Sevilla y la Hermandad de la Macarena. Fue descubierto (inaugurado) el 27 de mayo de 1923 por doña Esperanza de Borbón-Dos Sicilias y de Orleans, y una lápida lo recuerda. Hay otra donde se dice que entre marzo y abril de 1998 fue de nuevo restaurada esta puerta.
El arco y los restos de la muralla son Bien de Interés Cultural desde 1985.
Comentarios
Publicar un comentario